Abendaño López Jonathan
Javier:
Ayala Toaquiza Kevin
Joel;
Quilumba Clavón Erika
Cristina;
Sánchez Cando Ariel
Marcelo;
Vaca Proaño Franklin
Eduardo
E-mails: Amsanchez17@espe.edu.ec;
Ecquilumba@espe.edu.ec;
Kjayala2@espe.edu.ec;
Jjabendano@espe.edu.ec;
fevaca1@espe.edu.ec
Resumen:
En
el presente trabajo se analizará la situación actual de América Latina y el
Caribe y sus factores de crecimiento económico y desarrollo social, ya que como
sabemos gran parte de los países que conformamos América Latina y el Caribe no
hemos podido salir de ser países tercermundistas, claro con sus respectivas
excepciones, de igual forma se analizará el impacto que tiene una potencia
económica mundial y segundo país con la economía más competitiva del mundo que
es Estados Unidos en los países Latinoamericanos y del Caribe, prosiguiendo la
investigación se pondrá en contexto la relevancia que tienen las Bases
militares norteamericanas en territorio latinoamericano y su repercusión en la
economía de los países donde se encuentran ubicadas estratégicamente, como sabemos
Estados Unidos al ser una Potencia Mundial y ser un país Capitalista, tiene un
sistema político muy diferente al de algunos países latinoamericanos, tomando
como referencia Venezuela, que es considerado por grandes historiadores un país
claramente definido por la brecha Socialista, existen diferencias entre ambos
modelos de gobierno, de igual forma sucede con varios países latinoamericanos y
del Caribe que no apoyan la política económica y social de una gran potencial
mundial como lo es Estados Unidos.
Palabras clave: Latinoamérica, Estados
Unidos, poder, economía, educación
Summary
In
this paper we will analyze the current situation of Latin America and the
Caribbean and its economic growth and social development factors, since as we
know much of the countries that make up Latin America and the Caribbean we have
not been able to leave being third world countries, Of course, with their
respective exceptions, the impact of a world economic power and second country
with the most competitive economy in the world, which is the United States in
the Latin American and Caribbean countries, will be analyzed in the same way.
that the US military bases have in Latin American territory and their impact on
the economy of the countries where they are strategically located, as we know
the United States being a World Power and being a Capitalist country, has a
very different political system from some Latin American countries , taking as
reference Venezuela, which is considered Raised by great historians a country clearly
defined by the Socialist gap, there are differences between both models of
government, in the same way it happens with several Latin American and
Caribbean countries that do not support the economic and social policy of a
great world potential such as the United States.
Keywords: Latin America, United
States, power, economy, education
Metodologìa:
1. Enfoque
Investigativo
El enfoque investigativo
empleado para esta investigación es de carácter cuantitativo ya que se emplean
datos económicos para el análisis, y de carácter cualitativo ya que se
describen las cualidades de un fenómeno social.
Consiste fundamentalmente
en caracterizar un fenómeno o situación concreta indicando sus rasgos más
peculiares o diferenciadores. Es una forma de producir información que puede
ser utilizada para todo tipo de trabajos y servicios sociales, o bien,
constituir una especie de estímulo para las reflexiones teórico-explicativas
que hay que hacer a partir de lo dado, pero sin quedarse en lo dado. (Ander-Egg, 1980, p. 11)
Entonces, el autor define
al nivel descriptivo como aquel estudio en donde se “caracteriza” el fenómeno,
es decir el objeto de estudio, y seguidamente se indican sus rasgos más
peculiares, determinamos que nuestra investigación comparte el nivel
exploratorio con el descriptivo, ya que en calidad de investigadores nosotros
como autores nos limitamos a dar resultados generalizados sin emitir una
apreciación propia de lo que se está estudiando, por ende, únicamente indicamos,
lo que por medio del estudio se determina caracterizable con respecto a las
variables.
3. Diseño
investigativo
a. Bibliográfico
La revisión bibliográfica
y documental constituye uno de los principales pilares en los que se sustenta
la investigación educativa. La elaboración del marco teórico a partir de la
revisión documental resulta imprescindible, ya que, fundamentalmente, nos
permite delimitar con mayor precisión nuestro objeto de estudio y constatar el
estado de la cuestión, evitando así volver a descubrir la rueda, es decir,
evitar resolver un problema que ya ha sido resuelto con
anterioridad por otros investigadores. (S. Gómez & Roquet, 2012, p. 18)
anterioridad por otros investigadores. (S. Gómez & Roquet, 2012, p. 18)
El autor define que el diseño de
investigación bibliográfica representa una de las principales fuentes de
información para basarse dentro de la elaboración del marco teórico, es decir
que dentro de este diseño podemos definir y defender qué, y cuáles serán los
conceptos que serán desarrollados puesto que esta base teórica es
imprescindible para la verificación de lo que nosotros como investigadores
estamos defendiendo conceptos basados en verdades.
Introducción:
En el presente artículo
se abordará el tema de Latinoamérica y el Caribe, en un contexto social y económico,
en el mismo que se abordarán temas que repercuten de manera directa en la
sociedad latinoamericana, como lo son el Desarrollo Económico, la influencia de
Estados Unidos en Latinoamérica y las Bases Americanas en territorio
latinoamericano y el Caribe, ya que como sabemos todas y cada uno de los
acontecimientos que ocurran en Latinoamérica y el Caribe influye de manera
grande a la población que vive en ella
La región de América
Latina y el Caribe, que comprende 46 países, territorios dependientes y departamentos
de ultramar, contiene una inmensa variedad de especies de flora y fauna
salvajes. En consecuencia, esta región ha sido el centro de numerosos esfuerzos
de conservación dirigidos hacia la preservación de especies indígenas. En lo
concerniente a la agricultura, la región difiere de las otras en varios
aspectos: grandes superficies de tierra están aún inexplotadas; la región posee
grandes poblaciones de animales domésticos y finalmente, está caracterizada por
una distribución muy desigual de los recursos, con la mayor parte de las
tierras agrícolas repartidas en grandes unidades. La mayor parte de los países
de la región están fuertemente urbanizados, con un estimado de alrededor del
70% de la población viviendo en las ciudades, muchas en estado de pobreza. En
el curso de los próximos decenios se espera un aumento del 50% de la población
de las ciudades, en tanto que la población rural tendería a mantenerse estable.
(Pérez, 2017, p. 3)
Desarrollo:
1. Desarrollo
económico de América Latina y el caribe.
La realidad está
destruyendo en la América Latina, en la cual la división internacional sigue
estando de manera doctrinaria después de haber adquirido gran vigor en el siglo
XIX. La división internacional del trabajo es
aquella que corresponde al proceso de producción global entre países y
regiones, mediante la especialización de la elaboración de determinados bienes.
Los países de América Latina se enfrentan a un problema general muy vasto,
compuesto por diversos problemas parciales que tienen que trazar un largo
camino y sobretodo con la firmeza y la determinación para resolverlos, la
industrialización de América Latina no es incompatible con el desarrollo de la
eficaz producción primaria; al contrario, la misma contiene una de las
condiciones esenciales para que el desarrollo de la industria pueda ir cumpliendo
para lo que fue necesaria, las ventajas del progreso técnico se han concentrado
en mayor parte en los centros industriales, sin traspasarse a los países que
forman la periferia del sistema económico mundial. Por cierto, que el aumento
de productividad en los países industriales ha estimulado la demanda de
productos primarios y ha constituido así un elemento dinámico importantísimo en
el crecimiento de América Latina. Los grandes centros industriales no sólo
retienen para sí el fruto de la aplicación de las innovaciones técnicas a su
propia economía, sino que están asimismo en posición favorable para captar una
parte del que surge en el progreso técnico de la periferia. (Dineno, 2008, p. 2)
Estados Unidos es ahora
el centro cíclico principal del mundo, su influencia económica sobre los otros
países es manifiesta, y dentro de esa influencia, el ingente desarrollo de la
productividad de aquel país ha desempeñado papel importantísimo. Ha afectado
intensamente el comercio exterior a través de sus variaciones, el ritmo de
crecimiento económico del resto del mundo y la distribución internacional del
oro. Los países de América Latina con un fuerte coeficiente de comercio
exterior son extremadamente sensibles a esas repercusiones económicas, el
aumento de ingresos, provocado por la mayor productividad, se extiende, en más
o menos tiempo, a toda la actividad económica, por el conocido proceso que no
es del caso recordar. Actividades en las cuales el progreso técnico ha sido
insignificante o no ha existido, como ciertos tipos de servicios, han aumentado
también sus ingresos, en virtud de este proceso. En algunos grupos sociales, el
incremento ha ocurrido con gran lentitud; mientras tanto, el resto de la colectividad
disfruta de ventajas que, conforme se fue produciendo el necesario ajuste, tuvo
que ir cediendo a aquéllos. Pero los nuevos aumentos de productividad fueron
compensando, generalmente con creces, lo que se iba transfiriendo a los grupos
rezagados. (Quijano, 2012, p.6)
La industrialización, al
aumentar la productividad, hará subir los salarios y encarecerá relativamente
el precio de los productos primarios. De este modo, al subir sus ingresos, la
producción primaria irá captando en forma gradual aquella parte del fruto del
progreso técnico que le hubiera correspondido por la baja de los precios. Como
en el caso de aquellos grupos sociales rezagados, es claro que este ajuste
significará pérdida de ingreso real en los sectores industriales, pérdida tanto
menor, cuanto más pequeño fuere su coeficiente de importaciones; pero; en fin,
de cuentas, esa pérdida podría ser generosamente compensada con el fruto de
sucesivas innovaciones técnicas. Es tanto más digno de reflexión este punto,
cuanto que el mismo progreso técnico de Estados U nidos, tan superior al del
resto del mundo, ha tenido por consecuencia otra desviación muy importante de
aquellas reglas.
El progreso técnico es
uno de los factores que más contribuyen a explicar este fenómeno. Aunque
parezca paradoja, la mayor productividad ha contribuido a que aquel país
prosiga y acentúe su política proteccionista, después de haber alcanzado la
etapa de madurez económica. La explicación es sencilla. El progreso técnico, en
una época determinada, no obra por igual en todas las industrias. Pero al
extender a las industrias de menor progreso los mayores salarios provocados por
la gran productividad de las industrias avanzadas, las primeras pierden su
posición favorable para competir con industrias extranjeras, que pagan menores
salarios.
Es en estas nuevas
condiciones de hecho de la economía internacional donde ha comenzado a
desenvolverse el proceso de industrialización de América Latina. El prob1ema
fundamental está en adaptarse a esas condiciones -en la medida en que no puedan
transformarse- procurando encontrar nuevas reglas, concordantes con la nueva
realidad.
el margen de ahorro
depende del aumento de la productividad del trabajo. Si en algunos países de
América Latina ha podido alcanzarse un grado de productividad tan satisfactorio
que, mediante una política juiciosa, permitiría reducir a proporciones
moderadas la necesidad de capital extranjero, para suplir la deficiencia del
ahorro nacional, en la mayor parte de ellos se reconoce que el concurso de ese
capital es indispensable.
En efecto, la
productividad es en estos países muy baja, porque falta capital; y falta
capital por ser muy estrecho el margen de ahorro, a causa de esa baja
productividad. Para romper este círculo vicioso, sin deprimir exageradamente el
consumo presente de las masas, por lo general muy bajo, se requiere el concurso
transitorio del capital extranjero. Si su aplicación es eficaz, el incremento
de productividad, con el andar del tiempo, permitirá desarrollar el propio
ahorro y substituir con él al capital extranjero, en las nuevas inversiones
exigidas por las innovaciones técnicas y el crecimiento de la población.
Pero la escasez típica de
ahorro, en gran parte de América Latina, no sólo proviene de aquel estrecho
margen, sino también de su impropia utilización, en casos muy frecuentes. El
ahorro significa dejar de consumir, y, por tanto, es incompatible con ciertas
formas peculiares de consumo en grupos con ingresos relativamente altos. Es el
aumento de la productividad lo que ha permitido a Estados Unidos y en menor
grado a otros países industriales disminuir la jornada de trabajo, aumentar los
ingresos reales de las masas y su nivel de vida, y acrecentar, en grado
considerable, los gastos públicos. Todo esto, sin perjuicio de una ingente
acumulación de capital.
Todas éstas son
consideraciones generales que no podrían, por su mismo carácter, responder a
casos particulares. Que tal o cual país se empeñe en implantar estas industrias
de bienes duraderos en la fase inicial de su desarrollo industrial podría obedecer
a razones especiales que habría que analizar cuidadosamente.
Es obvio que el
crecimiento económico de la América Latina depende del incremento del ingreso
medio por habitante, que es muy bajo en la mayor parte de estos países, y del
aumento de la población. El incremento del ingreso medio por habitante sólo
podrá conseguirse de dos modos. Primero, por el aumento de la productividad, y
segundo, dada una determinada productividad, por el aumento del ingreso por
hombre, en la producción primaria, con respecto a los ingresos de los países
industriales que importan parte de esa producción. Este reajuste según se ha
explicado tiende a corregir la disparidad de ingresos, provocada por la forma
en que se distribuye el fruto del progreso técnico entre los centros y la
periferia. (Caribe, 1993, p. 7)
para lograr este aumento
de productividad, es necesario aumentar sensiblemente el capital por hombre y
adquirir la técnica de su empleo eficaz. Esta necesidad es progresiva. En
efecto, al aumentar en general los salarios, por la mayor productividad de la
industria, se extiende gradualmente el alza a otras actividades, obligándolas a
emplear mayor capital por hombre, a fin de conseguir el incremento de
productividad, sin el cual no podrían pagar salarios más altos. Se irá
imponiendo así, en América Latina, la mecanización de muchas actividades en que
hoy resulta más provechoso el trabajo directo, por ser más barato, como se irá
imponiendo la mecanización de la economía doméstica.
No debe, pues, olvidarse
que, cuanto mayores sean las exportaciones de la América Latina, tanto más
intenso podrá ser el ritmo de su desarrollo económico. Pero tampoco se debe
descartar la eventualidad de que un posible recrudecimiento de la política
proteccionista en los países compradores, tienda a desplazar las exportaciones
latinoamericanas, substituyéndolas por su propia producción. (Mundo, 2014, p. 12)
Sería en extremo
lamentable este hecho, pero si los países latinoamericanos no lograran
evitarlo, no tendrían otra solución que disminuir el crecimiento de sus
importaciones o aun reducirlas en términos absolutos, a fin de ajustarlas a las
exportaciones. En tal contingencia, el crecimiento del ingreso real por hombre
sería menor de lo que pudo haber sido y hasta se concibe un descenso si se
acentuara aquel fenómeno.
2. Políticas
de Estados Unidos para América Latina
Los países
latinoamericanos y el Caribe eran importantes en la política exterior de los
EE.UU. a últimas décadas del siglo XX debido: a la seguridad militar, a la
solidaridad política, y al beneficio económico, definido entonces fundamentalmente
en términos de las importaciones norteamericanas de materia primas y productos
agrícolas de América Latina y de las inversiones de los Estados Unidos en la
región., hay varios países latinoamericanos y caribeños que son importantes
para los Estados Unidos, debido a los roles que ellos desempeñan o podrían
desempeñar en ayudar a resolver, importantes problemas globales que los EE. UU.
no pueden manejar exitosamente por si solos, y para lo cual, la cooperación
estrecha y sostenida por parte de socios regionales, es deseable o fundamental.
Estos problemas incluyen el cambio climático y otras cuestiones ambientales;
salud pública, narcóticos, crimen organizado y pandillas juveniles, seguridad
alimenticia, protección del ciberespacio, reforma del comercio internacional y
de los regímenes financieros; poner freno a la proliferación nuclear, lucha
contra los movimientos terroristas internacionales.
El marco sugiere porqué
administrar la relación con Brasil es una creciente prioridad en la política exterior
norteamericana. Brasil es un importante escenario para las inversiones
estadounidenses, del mismo modo que un substancial, y potencialmente más
importante mercado de bienes y servicios, así como una fuente de energía
potencialmente importante; y, especialmente, por la actual y en un futuro mayor
significación de Brasil como actor global en el enfrentamiento con importantes
desafíos que van del cambio climático a la proliferación nuclear, del comercio
a la energía, del mantenimiento internacional de la paz a la gobernanza
mundial. (Perez, 2015, p. 3)
La presencia comercial y
de inversiones de China en las Américas es hoy en día, muy superior a la de la
Unión Soviética o Alemania en períodos anteriores, pero la política norteamericana
no está particularmente preocupada por esta presencia china. La presencia rusa
en las Américas, en parte comercial, pero también política y militar, tiene más
que ver con los intentos por parte de Rusia de dejar establecido que quiere ser
tomada en cuenta en los escenarios internacionales. Los esfuerzos iraníes por
estrechar relaciones con Venezuela, Brasil; Bolivia, Argentina y potencialmente
otros países, es la única preocupación significativa actual extra hemisférica
de la política norteamericana, fundamentalmente porque Irán y los EE.UU.
aparentan estar en un claro curso de colisión.
Damasco (2018) menicona que:
Durante los dos últimos
siglos, Estados Unidos ha implementado hacia América Latina políticas agresiva
e injerencistas mediante la aplicación de mecanismos ideológicos, políticos y
económicos, el mito fundacional de Estados Unidos expresado en el "Destino
Manifiesto" ha sido el instrumento justificador para imponer su propia
historia y expandir sus fronteras territoriales en el continente latinoamericano
y en el resto del mundo, nuevos elementos en el mapa regional han
permitido contrarrestar el dominio histórico de EE.UU. y poner en
discusión el modelo de vida del neoliberalismo, una cultura que rinde
apología al consumo, al unilateralismo y a la muerte. (p.5)
2.1.La
política del Gran Garrote
El Gran Garrote o The Big Stick buscó
construir y consolidar la hegemonía estadounidense en la región latinoamericana
para monopolizar su control en las nuevas zonas de inversión, el mercado
de materias primas y de mano de obra para el desarrollo de la economía
emergente, en este contexto, EE.UU. utilizó la fuerza militar como mecanismo de
dominación. Ocupó militarmente y colonizó posteriormente la República
Dominicana, Cuba y Haití. Luego, dio apoyo al proceso separatista de Panamá de
Colombia para construir y adquirir los derechos del canal de Panamá.
2.2.Durante
la Guerra Fría
Este período estuvo
marcado por la división del mundo en dos grandes bloques. Por un lado, el
estadounidense, y por el otro, el bloque soviético. Lo que fundamenta esta
segunda fase de intervención de EE.UU. en América Latina es la
"lucha" contra el comunismo y contra los países aliados de la
URSS, durante décadas EE.UU. perpetró golpes de estados a los gobiernos de la
región mediante agentes de inteligencia y proyectos de intervención. Además,
experimentó con la economía regional a través de la aplicación de recetas
neoliberales impuestas por gobiernos de derecha, para entonces, EE.UU ya
se erigía como una gran potencia mundial. Europa dejaba de ser el
bloque dominante y EE.UU. se hacía con la hegemonía hemisférica.
2.3.La
era de la globalización
Después de finalizada la
Guerra Fría, las relaciones diplomáticas de EE.UU. hacia la región se
modificaron. Producto de la gran crisis económica atravesada en la región
durante la década de los 80, el sistema financiero internacional dirigido por
EE.UU. intervino a través de recetas más sutiles, el "Consenso de
Washington" fue la aplicación de una serie de medidas del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) para promover crecimiento
económico con la participación de la banca privada en detrimento de las
políticas sociales. Países de la región se declararon en bancarrota.
Argentina, Venezuela, Brasil y México se proclamaron incapaces de cancelar
el millonario endeudamiento con las transnacionales. El siglo XXI marcó el
inicio de una nueva era en la región. La emergencia de nuevos liderazgos
progresistas en Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador, sumado a la aparición de
nuevos mercados en las últimas décadas como lo son Irán, China y Rusia, y
a la alta politización de las sociedades latinoamericanas han permitido un
viraje en las relaciones con el gigante norteamericano. (Molina, 2014, p. 18)
3. Bases
Militares Norteamericanas en Latinoamérica
La presencia militar
estadounidense en América Latina es el producto de diversas etapas del
expansionismo estadounidense que se han yuxtapuesto hasta lograr una
penetración militar, tan intensa como extensa, en la región. Estructura en
permanente articulación según los diversos requerimientos y posicionamientos
doctrinales de Washington.
Durante la segunda mitad
del siglo XIX y la primera del siglo XX América Latina pasó de la dominación
británica (aunque también francesa y española) a la estadounidense. La
expansión norteamericana, en ese periodo, se caracterizó por una fuerte
intervención militar directa en muchas regiones del continente. Las
intervenciones militares estadounidenses se orientaron o bien a la anexión de
territorio o bien a la disputa por áreas de influencia con otras potencias
coloniales en retirada (la guerra hispano-estadounidense tal vez sea el caso
más paradigmático). (Damasco, 2017, p. 3)
Durante la primera mitad
del siglo XX, y al ritmo de su emergencia como potencia, se produce una
expansión más acelerada. Durante este periodo se reprimieron rebeliones y se
sofocaros revoluciones liberales (la Nicaragua de Sandino es un claro ejemplo).
A su vez se reorganizó el mapa estatal moldeándolo de acuerdo a sus necesidades
políticas y económicas. Tal es el caso de la ocupación de Panamá en 1903 a fin
de construir y dominar el canal marítimo de homónimo nombre. Quizás el momento
culminante de este periodo sea la instauración de la IV Flota del Atlántico Sur
en 1943, expresión global estadounidense (cada flota protegía y, en muchos
casos aún lo hace, diversas áreas de influencia) y muestra de la capacidad de
proyección militar que tuvo en el continente. si la primera centuria de
nacimiento, auge y consolidación de la dominación estadounidense estuvo marcada
por intervenciones militares directas, las etapas posteriores estarán signadas
por intervenciones indirectas.
La noción de intervención
directa o indirecta es una distinción analítica que no refiere a un proceso formal
o jurídico. El carácter directo o indirecto no refiere únicamente a la
naturaleza de las fuerzas que se utilizan sino también a la escala de la misma.
La financiación durante los 60 y 70 de los contras es un ejemplo de injerencia
indirecta; de igual manera la invasión de Bahía de los Cochinos se realizó a
partir del entrenamiento y financiación de cubanos exiliados. No existe una
clara línea de delimitación entre una intervención directa y una indirecta,
pero implica todo un reordenamiento de las relaciones sociales en disputa y de
las relaciones inter estatales. Así, el conflicto de Vietnam, por ejemplo, pasó
de ser una intervención indirecta por parte de EE.UU. pertrechando a las
fuerzas de Vietnam del Sur y abasteciéndolas de entrenamiento militar, hasta
convertirse en un conflicto directo al aumentar el envío de tropas y sostener
por ellos mismo el conflicto. Este tipo de acción fue típica del periodo de la
Guerra Fría en que ambos bloques de poder (Estados Unidos y el bloque
soviético) financiaban conflictos regionales otorgándoles un cariz global. (Damasco, 2017, p. 13)
Tras la Segunda Guerra
Mundial y con la configuración de un mundo bipolar, los conflictos en América
Latina se articularon bajo su lógica. Si hasta ahora las intervenciones
estadounidenses se realizaban de manera directa durante los años 50, 60 y 70 se
realizarán de manera indirecta. En ningún caso Estados Unidos utilizará los
componentes militares en bases extranjeras de manera directa para sofocar rebeliones;
incluso durante la Revolución Cubana el uso de las fuerzas apostadas en la isla
será utilizadas únicamente para entrenar, financiar y abastecer a los grupos
contrarrevolucionarios. La financiación a través de la CIA de grupos para
estatales y el entrenamiento ideológico y militar de cuadros castrenses serán
marcas de la época en el combate de las guerrillas comunistas y los gobiernos
de características antiimperialistas que desestabilizaban la región según los
parámetros de la gran potencia del norte. El alcance y expansión de movimientos
revolucionarios en Latinoamérica hizo que, por primera vez, Norteamérica
realizara una medida de carácter continental a fin de contrarrestarlos. La
Alianza para el Progreso1 (1961-1970) pretendió contrarrestar, a través de un
desarrollo económico limitado e impulsado por EE.UU, los diversos movimientos
comunistas que estallaban en la región. En este sentido el intervencionismo
estadounidense durante este periodo se focalizó en mantener su dominio ante la
irrupción de diversos movimientos comunistas o antiimperialistas. Ya sea
financiando, entrenando o pertrechando a personal militar y paramilitar en lo
que se dominó proinsurgencia (Klare & Kornbluh,
1990) cuando carecieron del
aparato estatal. Ya sea diagramando, financiando y entrenando lo que
posteriormente se denominará terrorismo de Estado. Es necesario remarcar que
durante este periodo las bases y asentamientos militares estadounidenses no
fueron objeto de ataques efectivos que dañaron su estructura. Ni siquiera la
Revolución Cubana pudo erradicar la base estadounidense de Guantánamo afincada
en la isla desde principios de siglo.
Si exceptuamos la
invasión de Granada en 1983 cuando la isla se declara socialista y la invasión
de Haití en 1994, no hubo en el continente americano intervenciones directas en
todo el periodo posterior a 1945 hasta el presente. Esto se debió en gran parte
a la misma existencia de las bases que fueron y son un elemento disuasivo por
sí mismo aparte de ser una especie de embajadas extraoficiales y centros de
adoctrinamiento.
Tras la caída del bloque
soviético, que implicó el fin del mundo bipolar, Estados Unidos se erigió como
hiperpotencia (Méndez, 2011) . En América Latina se
encontraba bastante afianzada su estructura militar. Durante este periodo en lo
político y económico se potenció el proceso de liberalización económica en algunas
regiones; por ejemplo, en 1993 se creó el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (NAFTA por su acrónimo en inglés) y desde el 2003 se constituyó el
Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados
Unidos de América (TLC). (HispanTV, 2012, p. 8)
En el plano militar, las
fuerzas se enfocaron rápidamente en la “guerra” contra el Narcotráfico dando un
nuevo ímpetu a la estructura militar en la región. Es interesante observar cómo
algunos sujetos bélicos de larga trayectoria han sido recategorizados una y
otra vez de acuerdo a las concepciones del momento. Las FARCs han pasado de ser
denominada como un movimiento subversivo a ser designada como un grupo
terrorista sin olvidarse de señalarlas como asociación narcotraficante según
corresponda. El traslado de una denominación a otra se produce a la ligera y
sin mucha meditación.
Los EE.UU. habían dejado
a criterio político del presidente colombiano lo relacionado con la
clasificación de las FARC y su conexión con las drogas. Después de todo la
misma agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) había sido siempre muy lenta
para aceptar públicamente la idea de que las FARC era una organización
narcotraficante. Sin embargo, a partir del 11 de septiembre, cuando el
terrorismo desplazó al narcotráfico como el enemigo número uno de los EE.UU.,
había sido demasiado que los EE.UU. ignoraran el carácter terrorista de estas
organizaciones y que los colombianos le pidieran a los EE.UU. hacerlo. (Demarest, 2002)
Hacia fines de los
noventa y bajo la administración de Clinton se ideó el Plan Colombia que dio un
nuevo puntapié al ánimo intervencionista estadounidense. Con la intención de
desarticular la producción de drogas en la región se articuló una campaña de
fumigación de cultivos y persecución de narcotraficantes (incluidas las FARC).
Se destinó inicialmente un presupuesto $ 4.500 millones de dólares para tal fin
y para realizar tareas de desarrollo económico. Durante la administración de
Bush se amplió el programa (a Ecuador y Panamá) y se lo denominó Iniciativa
Andina contra las drogas con un presupuesto inicial de $ 676.000.000 millones
de dólares. Según muchos analistas ambos planes no solo no produjeron una merma
en la producción y distribución de drogas (mientras que la de coca tal vez haya
bajado, la de opio y marihuana aumentó con seguridad) produjo una
desarticulación económica al atacar al eslabón más débil del proceso, los
campesinos; amén de las consecuencias ecológicas del rocío de glifosato.
Desde mediados de los
años noventa Estados Unidos diseñó un plan regional político económico para la
integración y liberalización de las economías dependientes bajo su influencia.
Denominado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) este plan estuvo en el
centro de las preocupaciones estadounidenses para la región. Durante el 2004,
la IV Cumbre de las Américas fue un momento decisivo ya que el ALCA como
proyecto hegemónico estadounidense es desechado por la totalidad de los
participantes en la cumbre. Paralelamente a ello se fue formando la Unión de
Naciones Suramericanas (UNASUR) hasta quedar formalmente constituida en 2008 e
integrada en la actualidad por Venezuela, Uruguay, Argentina, Surinam, Perú,
Paraguay, República Cooperativa de Guyana, Ecuador, Colombia, Chile, Brasil y
Bolivia. En su breve historia el UNASUR, especialmente su Consejo Sudamericano
de Defensa (CSD), fue vehículo para cuestionar la presencia militar
estadounidense en la región.
El momento de mayor
tensión se produjo en la III Cumbre del UNASUR del 2009 en Bariloche,
Argentina, donde principalmente se cuestionó la legitimidad y función de las
bases militares en Colombia y el lugar del golpe de estado en Honduras.
Respecto a las bases es particularmente interesante el momento en que sucede el
debate, para esa fecha ya estaba estipulada la salida de Estados Unidos de la
base Manta en Ecuador (formalizada en septiembre de ese año); en reacción a esa
salida y con intención de “suplir las funciones que venía cumpliendo la base
militar en Manta” (Telma, 2012) se anuncia la creación
de 7 nuevas bases en territorio colombiano. Supliendo y superando la pérdida de
la base de Manta en Ecuador.
Brasil y Venezuela
principalmente fueron quienes reaccionaron con mayor ímpetu ante dicha
presencia, mientras que Uribe (fiel defensor de los intereses estadounidenses)
justificó su existencia para combatir a las drogas y a las FARC. En términos
concretos, y pese a los aireados debates, la cumbre del UNASUR no torció el
crecimiento militar estadounidense en la región ni hubo acuerdos respecto al
golpe militar en Honduras. Pero, de todas formas, sedimentó un delineamiento
regional claro de los peligros que representa la presencia militar
estadounidense en la región. Pese a que son fenómenos que se han producido
recientemente, por lo cual es difícil evaluarlos o proyectarlos en el futuro,
creemos que delimitan el trazado de ciertas tendencias de acción estatal en
curso que ocuparán el centro de los debates interestatales en el futuro.
En la misma época se
reactivó, después de más de 50 años, la IV Flota de los Estados Unidos para el
patrullaje de América en julio de 2008. Es necesario señalar que la
reactivación de la IV flota se da en un momento de fuerte crítica a las bases
militares en la región; de hecho, fue uno de los catalizadores para la creación
del Consejo Sudamericano de Defensa del UNASUR. A su vez, la IV flota se
despliega casi paralelamente a la presentación de la doctrina de defensa
brasileña y el anuncio del descubrimiento de pozos petroleros en su territorio.
Conclusiones:
En base a la
investigaciòn realizada se concluye que Amèrica Latina y el Caribe a lo largo
de los años se a desarrollado de manera sostenible basando sus economìas en la
producciòn y el turismo
Se concluye que las bases
militares de Estados Unidos en territorio Americano sirve para combatir con el
narcotràfico que tanto mal hace a las comunidades latinoamèricanas y del Caribe
Hemos llegado a la
conclusión de que en Latinoamérica existen paìses con un desarrollo realmente
significativo y paìses que han sufrido crisis econòmica y social, tal es el
ejemplo de Chile como referencia de crecimiento econòmica y Venezuela como
referencia de crisis econòmica
Hemos determinado que en
Latinoamèrica y el Caribe la breca econòmica que mas predomina es la del
Sistema Centro Izquierdista, que apoya la igualdad social y de igual manera
enfoca sus ideales en la productividad, sin embargo hay paìses que tienen una
breca definida como socialista y hasta comunista.
Referencias
Bibliogràficas:
Ander-Egg, E. (1980).
Técnicas de investigación social.
Caribe, C. E. para A. L.
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